Puntos de Vista

1 de agosto de 2011

El Gato Errante: Primera parte

Nómada. Vagas por las calles, te conoces todos sus rincones. La callejuela que lleva a los suburbios de la ciudad se ha vuelto tu preferida. Deambulas por ella. Vives de la miseria, de los restos. Hurgas en la basura. ¿Eres tú? ¿A caso no recuerdas aquellos tiempos en que vivías con lujos? Lo tenías todo.

Eres solitario. Vas sin un rumbo fijo. Vives el momento, no piensas como antes. Te has vuelto un fantasma más en esta caótica ciudad. Hoy estás aquí, conmigo, pero puede que mañana ya no estés. Tu vida se ha vuelto una travesía sin un punto final. Vas a ciegas, sin saber lo que buscas.

No te entiendo, te veo feliz. Parece que te guste no saber cómo sera tu mañana.
Cuando estábamos juntos, ¿cómo te solías llamar? Ah sí, el Gato Errante.
Eres valiente amigo, muy valiente. Lo reconozco, te envidio.






No hay comentarios:

Publicar un comentario